sábado, 7 de junio de 2008

Antonin Artaud: "El Deber"
















No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte.
Y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos.
"El deber"
digo bien
"EL DEBER"
del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya nunca saldrá, sino al contrario salir afuera
para sacudir
para atacar
al espíritu público
si no
¿para qué sirve?
¿Y para qué nació?

5 comentarios:

Te lo dice Kaspar: dijo...

No es un "deber",
sino que "debe ser una necesidad".
Aunque supongo -no tengo aquí contexto- que se refiere a los malos poetas,o sea, a los poetas de salón...
En cualquier caso, sigue vigente - y ya no sólo en los poetas (escritores en general), sino en los ciudadanos...

rmnt dijo...

a.a.

las palabras que necesitaba leer, en el deber que debo aún... con la ausente disciplina de dejar de escabullirme entre los muertos.

Gracias

Magnus Valor dijo...

Solo que una cosa, Kaspar: el ciudadano no tiene porque ser susceptible, idiosincrásicamente, de decir la verdad, en cambio el poeta, en esencia, con que se supone que su trabajo está tan cargado de ella, debe de ser consecuente.

Singular: bienvenida, pues sí, ¡ya sabes lo que te toca! Siempre se está a tiempo. Haré una visita por tu blog.

Te lo dice Kaspar: dijo...

El poeta revela, el ciudadano denuncia. Me sería imposible adjudicar "la verdad" a una idiosincrasia. De hecho, cada vez me es más difícil nombrarla... Para ambas tareas, la del poeta (el escritor) y la del ciudadano, idealmente son imprescindibles la honestidad de uno y el conocimiento de todo lo otro.
En fin, créame que yo siempre he defendido eso que se llama "contacto con la realidad", desde lo poético, claro, ¡cómo sino!

Un abrazo

Ardent Etoile dijo...

Entiendo que el poeta practica la "poiesis", un acto creativo que desvela un sentido.
Al menos buscar la verdad, la que se pueda y a la que se tenga acceso, es una practica usual previa a la expresion de mostrar lo percibido.
Un deber que surge de una necesidad.
Y de la necesidad hagamos virtud y evitemos lo superfluo pues encadena y cansa.

Un saludo Mr.Magnus